Como reconoce la propia Unión Europea, la ciudad ha dado un paso de gigante en la mejora de sus infraestructuraas urbanas, que han exigido importantes inversiones de cara a la mejora de su fisonomía y en la prestación de algunos de sus servicios a los vecinos. Con la llegada del nuevo año se plantean ahora nuevos retos en inversiones, entre los que destaca, por ejemplo, el de la nueva tubería para la traída de aguas desde el manantial de Zambra, un tema prioritario para salvar el histórico déficit hídrico padecido por los ciudadanos. También se plantean retos en materia de aparcamientos de cara a la mejora de un servicio que tiene una clara incidencia para el comercio local. Para ello se barajan varias alternativas y una de ellas pueden ser las antiguas instalaciones de las bodegas Víbora y su entorno, además de algunos acuerdos a alcanzar con los propietarios de solares situados en zonas céntricas.