La Dirección General de Memoria Democrática presentó en el Ayuntamiento de Lucena el informe de resultados de la segunda fase de la excavación arqueológica-forense desarrollada en el cementerio Nuestra Señora de Araceli, durante un acto que contó con la presencia de un grupo de familiares de personas represaliadas durante la Guerra Civil, a los que se les tomaron muestras de ADN como parte de la investigación que realiza la Universidad de Granada (UGRA) en Lucena.

Acompañado por el alcalde de Lucena, Juan Pérez, y el concejal de Patrimonio Histórico, Manuel Lara, el encargado de desvelar el contenido del informe fue el vicedirector general de Memoria Democrática y coordinador andaluz de exhumaciones de fosas comunes, Miguel Ángel Melero, quien comentó que la segunda fase de los trabajos arqueológicos han permitido localizar los restos óseos de cinco hombres, con edades comprendidas entre los 35 y 53 años.

Para el director de la excavación, el profesor del Departamento de Arqueología de la Universidad de Granada, Francisco Carrión, los restos hallados revelan que «las cinco personas fueron torturadas previamente a su muerte, que se produjo, en cuatro casos, por un sólo disparo en la cabeza». Los restos recuperados han quedado bajo custodia del Ayuntamiento hasta que la identificación concluya y a la espera de encontrar a los posibles familiares, una vez avance la investigación.

Con esta segunda fase de esta operación, la Junta da por concluidas las excavaciones arqueológicas en el cementerio lucentino. El alcalde dijo que «el Ayuntamiento seguirá colaborando, dentro de sus posibilidades, en estas campañas de excavación siempre que se nos requiera, porque estas actuaciones son necesarias para resarcir una situación que sigue causando mucho dolor para algunas familias».