Las reales archicofradías de María Santísima de Araceli, patrona de Lucena, y la de María Santísima de la Sierra, celebraron con distintos actos su hermanamiento, en sus reales santuarios, contando con la presencia del obispo de de la diócesis de Córdoba, Demetrio Fernández. Un hermanamiento que surge tras los acuerdos de las juntas de gobierno de las cofradías de las patronas de Lucena y Cabra, amparados por los consiliarios de ambas hermandades, los cuales han marcado el proceso desde el inicio este estrechamiento de lazos, que se fundamenta en la gran relación religiosa y social existente entre ambas ciudades y entre sus advocaciones marianas por excelencia, Araceli y Sierra, respectivamente. El acto de hermanamiento comenzó a las 11,30 horas en el real santuario de Aras con una solemne eucaristía concelebrada, a la que asistieron los alcaldes de Lucena y Cabra, Juan Pérez y Fernando Priego; las delegadas territoriales de Turismo y Justicia de la Junta, Purificación Joyera y la de Cultura y Fomento, Cristina Casanueva, así como los hermanos mayores de las archicofradías, Rafael Ramírez y Antonio Cano Jiménez, entre otros.

Finalizada la eucaristía se entregaba a la patrona de Lucena, María Santísima de Araceli, el escudo de la Real Archicofradía de María Santísima de la Sierra.