El poder amordaza a la disidencia. Por eso algunos gobiernos autonómicos y corporaciones municipales, prohíben conciertos pactados con anterioridad. Artistas como los Pastor, Rozalén, Def con Dos, C Tangana o Rayden han sido, de momento, las víctimas de esta forma de ejercer la censura previa. Además, para silenciar a todos los que sacan los pies del tiesto, se demanda por comentarios, tuits, chistes y escritos, sean o no de mal gusto, porque al parecer algunos se ofenden. En el encharcado y resbaladizo barrizal de quienes dicen sentirse vejados, se pretende criminalizar a los que sostienen puntos de vista diferentes para mantenerlos en silencio dejando la libertad de expresión a los pies de los caballos.

En lugar de prohibir, habría que juzgar la calidad de la actuación u opinión, porque la censura, siempre es censura. No hay censura ni de derechas ni de izquierdas. La censura es coercitiva venga de donde venga y, muchas veces, solo logra dar más publicidad a algo de dudoso gusto.