Lleva razón nuestro docto presidente cuando se escandaliza por la barbaridad que supone el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados que grava la constitución de hipotecas. Pero en mi humilde opinión, donde yerra es cuando pretende solucionarlo trasladándoselo a los bancos. Porque entonces pasará a ser un mayor coste de la operación para el banco, y estos lo trasladaran al prestatario incrementado en el margen de beneficios con el que ellos operen. La compra de un bien de primera necesidad, la vivienda, contemplado en los principios rectores de la política económica y social de nuestra Constitución, se grava con un 12% aproximadamente entre el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el de AJD. Si Pedro Sánchez quiere de verdad estar con la gente, con el pueblo, con los trabajadores, lo que tiene que hacer es suprimir la tributación por la compra de las viviendas. Ánimo, presidente, tú sí que puedes.