A todo el equipo de la planta de hematología y módulo TMO del hospital Reina Sofía, desde el personal médico, de enfermería, auxiliares, limpieza, etc. Os quiero dar las gracias por vuestras atenciones conmigo, así como felicitaos por lo bien que lleváis este trabajo que puede resultar ingrato. Supongo que sabéis que somos unos pacientes algo «especiales», sometidos a unas condiciones extremas:

--Estamos literalmente «encerrados» entre cuatro paredes muchos días

--Nuestros cuerpos están sometidos a fuertes tensiones y cambios bruscos. Así, un momento crees que estás bien y en otros te hundes en un abismo sin fin.

Necesitamos mucho ánimo por nuestra parte, pero también del entorno. Y esto es lo que os quiero decir: sois maravillosos y en ocasiones, vuestro cariño y comprensión me han ayudado a levantar el ánimo. En vuestro trabajo creo que, además de la pericia profesional necesaria, un poco de «humanidad» extra y empatía con el enfermo es cuando lo hace perfecto: nunca malos modos, siempre atentos y serviciales con el paciente, unas palabras amables de ánimo, una palmadita en el hombro, una sonrisa... Hacen tanto bien como la eficiencia profesional y hacen que nuestra estancia aquí sea más llevadera.

Por ello, quisiera daros las gracias a todos y todas que habéis pasado por aquí en estos veinte días. Gracias de todo corazón uno por uno. Quisiera abrazaros a todos y demostrar todo el bien que me habéis hecho. Gracias otra vez y seguid así. Dios os lo premiará y los pacientes os lo agradeceremos y nunca lo olvidaremos.