Los que tuvimos la suerte, hace más de un mes, de disfrutar y sentir el espectáculo Electra ofrecido por el BNE en el Gran Teatro, asistimos a una propuesta muy inteligente de los dos actuales Premios Nacionales de Danza, Antonio Ruz y Olga Pericet. La propuesta unida a la interpretación de Antonio Correderas, sin duda, nos emocionó e hizo de esa noche un momento mágico.

Las siglas del BNE, como se conoce al Ballet Nacional de España, aún a pesar de la importante labor de difusión realizada por su director Antonio Najarro, siguen siendo desconocidas para el público en general. Tampoco parece que se valore que tres de estos cuatro nombres son cordobeses, pilares sin duda de una de las mejores nuevas producciones de dicha institución. Muestra de ello es que mientras fuimos unos privilegiados los que todavía podemos sonreír al mantenemos en nuestra retina imágenes de aquella noche, son más los que no pudieron disfrutar del espectáculo debido a que se agotaron las entradas.

Si bien es cierto que en el teatro el público era variado, estudiantes y futuros bailarines y bailarinas, familiares, profesionales del sector, curiosos que respondían a alguna acertada recomendación, tanto de la ciudad como de otras provincias como Sevilla y Málaga, fueron muchos los que no pudieron asistir a la única representación ofrecida.

Quizás cuando Córdoba se haga consciente de la importancia que tiene nuestra Danza Española y del gran motor que supone nuestra ciudad para la misma, pueda aprovechar este bien cultural, atribuyéndose su próxima valoración como Patrimonio Cultural y no solo como un recurso turístico, muy poco explotado por nuestros responsables políticos y gestores culturales. Estén atentos. Comienza la carrera por recuperar el lugar que se merece nuestra Danza Española, esperemos que Córdoba y sus instituciones estén a la altura.