Estimada Señora alcaldesa de Córdoba. En primer lugar, le diré que este gran periódico tiene mi autorización para ofrecerle mi número de teléfono por si considera oportuno comunicarse conmigo y responder a las dudas que tengo. En segundo lugar, comentarle que toda la vida he sido, y lo soy, un gran defensor de la igualdad de ambos sexos. En mi anterior carta le comuniqué lo de las solicitudes de Sadeco (Peaca), promovida por el Ayuntamiento, en la que fui rechazado el 10 de enero. Quisiera preguntarle: ¿En qué bloque entro yo?. Soy soltero, sin hijos, 53 años. ¿En la de víctimas de violencia de género? ¿Discapacidad igual o superior al 33%? ¿Una familia monoparental? ¿Tener cargas familiares?. Señora alcaldesa, me siento impotente, rechazado, incluso humillado, ¿Dónde está la igualdad que pregona su partido?. Ya no podré echar más solicitudes pues, visto lo visto, nosotros los solteros no tenemos derecho a comer, nos alimentamos del aire. ¿Dónde está la igualdad aquí? Debería haber abierto un poco más el abanico. Es que no escarmentáis, qué pena haber confiado tantísimos años en el PSOE. Me dais, vergüenza ajena, a nivel nacional estáis tan despistados como una chiva en un garaje. Ya sé que a usted todo esto le da igual, usted ha probado cuatro años y si no salen las cosas bien, pues ya votarán a otro. No tenéis nivel político, se percibe en la sociedad. Estáis alterando hasta el nivel de convivencia y jugando con la dignidad de cientos de personas, y no os dais cuenta. ¿Dónde están los principios éticos y morales de una persona?. Seguiré desahogándome, si me lo permite éste periódico, al cual le tengo desde hace muchísimos años, una gran confianza (gracias, Diario CÓRDOBA). Me comentan que las redes echan chispas, pero usted pensará, como siempre, en una semana se les pasa el cabreo. Pues conmigo habéis dado en hueso, siempre con educación y respeto. Hasta pronto, señora Alcaldesa, y suerte para el 2018, que la va a necesitar.