Aunque llevo tiempo sin escribir artículos, se me está despertando de nuevo mi vena literaria, y se me ha despertado a raíz de las últimas declaraciones que ha efectuado el lumbreras de Solchaga, con respecto a las pensiones. No sé si esta persona vive en el planeta Tierra, o por el contrario ( y yo no me he enterado y eso que me gusta estar informado), se ha colonizado Marte y el aludido se ha marchado a vivir allí.

Que esta persona, exministro de economía en la época de Felipe González, manifieste lo que ha manifestado en relación con las pensiones, me demuestra una vez más la catadura moral que tienen los politiquillos y ex politiquillos de este país. Puede ser que a Solchaga se le haya ido un poco la chaveta, que ya se sabe que con estas calores las neuronas del cerebro suelen patinar y se tiende a decir la sarta de tonterías y estupideces que ha dicho este personaje en cuestión.

Se tendrá poca vergüenza, por no decir ninguna al decir que «los pensionistas en dos años se han comido todo lo que han cotizado durante su vida laboral». Yo le preguntaría a esta eminencia si hay derecho a que a un señor, por el mero hecho de haber sido presidente del Gobierno independientemente del tiempo que esté en el cargo, le quede una pensión de por vida de más de 70.000 euros anuales, más los privilegios y prebendas inherentes a dicho cargo.

Que el sistema actual de pensiones es inviable, como dice Solchaga, puede ser que sí, lo mismo que es inviable el mantener a tanto parásito y vividor como hay actualmente en España. El modelo político actual de España no se sostiene, y no se sostiene por la sencilla razón de que no hay pan para tanto chorizo. Así que tomen buena nota estos servidores públicos del pueblo soberano, porque cada vez más hay más pensionistas, y estos son unos votos muy codiciados, y yo que ellos tomaría buena nota.