El próximo 27-D estará pactado el primer gobierno de una nueva etapa en Andalucía, después de más de cuatro presidentes y un solo partido en los más de 36 años de elecciones. Los dos partidos de derechas buscan una explicación sobre la participación indiferente de la extrema derecha que facilite la investidura en esta sociedad autónoma y, posteriormente, reclamar el compromiso de los diputados de izquierdas para negociar con ellos «medida a medida» y «ley a ley».

Por primera vez, hay un acuerdo para sentar las bases del gobierno andaluz del cambio con la economía como pilar fundamental de un programa en común. Mientras la derecha acuerda y concluye quien presidirá el Parlamento y quien la Junta, algo que deberá quedar finalizado antes de que llegue la Navidad, el 27 de diciembre, se constituirá una nueva era política representando a las provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla. Mi generación no muestra desinterés ante la política, sino más bien un enfoque crítico sobre algunos criterios de esta. Lo único que le deseo al nuevo presidente de Andalucía, por favor, que tenga la misión de servir a nuestra Comunidad Autónoma, defenderla y aspirar a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad andaluza sumando voluntades y caminando juntos con un quehacer ordenado para el bien de todos.