Con motivo de la celebración de la Pascua Militar, con el brillante discurso del Rey, la señora ministra de Defensa ha pronunciada un discurso en un momento del cual se ha dirigido a los militares retirados que, en uso de su libertad de expresión, se dirigieron al Rey exponiéndole su preocupación por la unidad de España, en peligro, por los pactos con los enemigos de España y de la Constitución. Somos muchos los militares retirados que sentimos la misma preocupación y pensamos igual que nuestros compañeros, y no por ello somos irresponsables, delirantes, ni buscamos protagonismo ni publicidad, ni ponemos en peligro la convivencia, ni estamos totalmente alejados de los valores castrenses, como afirma en su discurso la señora ministra. Son muchas ofensas en pocas palabras dirigidas a un colectivo que ha servido a España con honradez e ilusión, haciendo juramento de entregar su vida, si preciso fuera, en defensa del honor, independencia de la patria, de su integridad territorial y de su ordenamiento constitucional.

Si la señora ministra repensara sus palabras y comprendiera el daño que ha causado, debería pedir perdón a estos militares que, en definitiva, han expresado el sentir de muchos españoles, independientemente de su ideología.