Según una encuesta reciente del CIS, el segundo problema de los españoles, después del paro, son nuestros queridísimos políticos. Parece ser que buena parte del pueblo soberano por fin se esta dando cuenta, de los lumbreras que tenemos dirigiendo lo que queda de este país antes llamado España y, ahora formado por 17 tribus, con sus correspondientes jefes indios y toda la parafernalia que ello conlleva. Y digo lo que queda, porque al paso que vamos y con el presidente en funciones actual, España, más pronto que tarde se convertirá en reinos de Taifas.

Y no es para menos, hemos tenido dos elecciones generales en apenas seis meses, y vamos camino de unas terceras, porque si Pedro Sánchez, se cree que los independentistas catalanes le van a prestar su apoyo para su investidura a cambio de nada, es que es más iluso de lo que yo pensaba. Ahí están los colegas mareando la perdiz, porque los independentistas, ya le han dicho que no tienen prisa, que las cosas de palacio van despacio, y tan despacio como saben que tienen cogido al PSOE, por esas partes nobles que todos ustedes se pueden imaginar, pues a esperar a que la fruta este madura, para que por efecto de la ley de la gravedad, caiga ella solita.

Ley electoral

¿Y todo esto porque viene?, pues viene señoras y señores míos, porque entre otras cosas tenemos una Ley Electoral a todas luces arcaica e injusta. Amén de que a estos servidores del pueblo soberano, este, le importa un pimiento frito. Ellos lo único que quieren es sentarse en la poltrona y empezar a disfrutar de todos los privilegios que les da el tener su reales posaderas en la misma. Lo que esta ocurriendo en España, con la clase política, es de película de terror de la serie "B", con la única diferencia que aquí es la pura realidad, con razón se dice que "la realidad siempre supera a la ficción".

Esta hatajo de vividores denominada "casta política", son peores que los vampiros, que a poco que te descuides te dejan sin una gota de sangre en el cuerpo. Zapatero, fue nefasto para España, pero es que este personaje que tenemos ahora, le supera y con nota. Siempre he creído que los políticos mienten más que hablan y, si no, no hay más que ver que todo lo que prometen en sus campañas electorales, se va después por el desagüe de la indiferencia. Ya iba siendo hora, que el pueblo soberano se diese cuenta de la clase de personajes que nos representan, lo siguiente será ponerlos a todos ellos en su sitio de una puñetera vez.