Ahora que los sanfermines están a punto de comenzar, quiero resaltar algo irracional: la forja de héroes donde no los hay. Telediarios, periódicos y radios se hacen eco de este cruel evento que perpetúa el maltrato animal. Además --he aquí lo absurdo--, para la ocasión entrevistan a corredores como si fueran aguerridos gladiadores, cuando en realidad son individuos que se divierten trotando delante de un animal aterrado y desorientado que, apartado de su dehesa natal, ha sido trasladado a un extraño entorno urbano donde anida un intenso vocerío. Allí recibe golpes, tirones de rabo y patadas, sin saber que esa misma tarde acabará siendo cruelmente torturado e inmolado en el ruedo para jolgorio del gentío. No, definitivamente, no son héroes; son individuos que se entretienen con el dolor ajeno. Por favor, no los encumbremos.