Hay quien piensa que el femóneno de Rosalía forma parte de esas locuras colectivas, multiplicadas por los medios de comunicación y las redes sociales, que se están acentuando en los últimos tiempos. Es posible, y es posible que sea una exageración la que se ha formado en Córdoba de cara al concierto del próximo sábado, aunque, tal y como están las cosas, ver gratis a una artista que ahora mismo es la que arrasa y que cualquiera sabe cuándo volverá a nuestra ciudad es una oportunidad única.

Es posible que todo forme parte del márketing y del desafuero en el que vivimos, de esa turba de adolescentes chillando (ya lo hacían hace 50 años con los Beatles) y de adultos haciendo horas de cola para conseguir una entrada para sus hijos (o para ellos), pero cualquiera que se pare a escuchar la voz de esta joven, su sensualidad, su inteligencia, su capacidad de transmitir y de mezclar, la transgresión que es verla rematar unos pasos flamencos con un movimiento de kickboxing... Esta chica es impresionante, y si no estábamos convencidos bastó escuchar su versión de Me quedo contigo en la gala de los Goya. Por eso, aunque haya salido muy caro por el espectáculo que trae, el contrato ya está hecho, el Ayuntamiento se la trae a Córdoba y merece la pena disfrutarla. Si por algo me da pena es porque se ha «comido» la Noche Blanca del Flamenco y apenas se oye hablar de los demás artistas, que también tienen calidad y prometen una noche inolvidable. El sábado espero que Rosalía, «buenamente» nos depare una noche memorable.