La familia de Pablo García Baena, sobrinos y sobrinos nietos, agradecen públicamente todas las muestras de reconocimiento recibidas al Grupo Cántico, en la persona de nuestro tío. Asimismo, la familia desea extender su agradecimiento a todos los partidos políticos que componen la Corporación municipal del Ayuntamiento de Córdoba y, en particular, a la alcaldesa, Isabel Ambrosio, a todo su equipo de Protocolo y Cultura y, de forma muy especial, a Rafaela Valenzuela. Y en no menor medida a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, a su consejera de Justicia e Interior, Rosa Aguilar, y al delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Alcalde; a la Diputación Provincial de Córdoba, al Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera y a la Subdelegación de Gobierno, en la persona de Juan José Primo Jurado; a las instituciones culturales, la Fundación Princesa de Asturias, la Universidad de Córdoba, el Ateneo, la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, el Centro Andaluz de las Letras, la Fundación Vicente Núñez, el Real Círculo de la Amistad, la comunidad educativa Pablo García Baena y, de forma muy íntima y personal, por su relación familiar, a la Fundación Bodegas Campos; a la Agrupación de Cofradías, con quien tanta relación tuvo en vida y, en particular, a la Real, Venerable e Ilustre Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores Coronada y Santísimo Cristo de la Clemencia, a la Muy Humilde y Antigua Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas y Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas, y a la Ilustre Hermandad del Arcángel San Rafael, Custodio de Córdoba; a los miembros de la Iglesia y, en concreto, al reverendo Francisco Jesús Orozco, párroco de San Miguel, y a los señores canónigos de la Santa Iglesia Catedral, Antonio Gil y Fernando Cruz Conde, por sus loas a la persona de nuestro tío, en los oficios religiosos; a todas las asociaciones y fundaciones sin ánimo de lucro, y de forma muy particular a la Agrupación de Belenistas de Córdoba, actividad a la que dedicaba gran parte de su tiempo a montar en su casa su propio Belén; a la Federación de Peñas y de forma muy especial a su querida Peña Azahara, de la que era socio de honor; a todos sus queridos compañeros poetas, amigos y cuantas personas nos han acompañado en estos luctuosos momentos; a los medios informativos, por su generosidad y magnanimidad con que fue tratado tanto en vida como a la hora de su fallecimiento y obituarios; y a todas aquellas personas jurídicas y físicas, que por mi exclusivo olvido personal, no se vean incluidas en este agradecimiento.