Si bien es de todos conocido el compromiso de Podemos para con el régimen de Maduro, por las declaraciones que han realizado en los últimos días, hay que pensar que hay algo más de la simple fidelidad a aquel sistema, es decir, «aquí hay gato encerrado». Las atrocidades que se están cometiendo en Venezuela son tan evidentes que solo pueden negarlo unos cínicos que teman que se destape algo que no les interese.

En España tenemos un grave problema político con los «vendegallinas», ilusionados con otro líder irresponsable que se venderá por muy pocas monedas, que ya lo ha hecho en muchos ayuntamientos, y que su ambición por gobernar le ciega e impide ver los peligros de su alianza con estos que él cree que le llevarán a la Moncloa. Esta forma de alcanzar el poder tan mezquina, importándole muy poco o nada España y los españoles, engañándoles si es preciso, es el camino que quiere utilizar Pedro Sánchez para dar satisfacción a su ansia. Sería bueno reflexionar sobre lo que nos jugamos si damos validez a las palabras de los podemitas, sabiendo de su afinidad con el régimen bolivariano; callan mucho de lo que luego harán en semejanza a aquellos y que nos causará enorme daño, además de ser irreversible.