Resulta hasta lógico que nadie se crea los presupuestos del gobierno de Sánchez. Ni el Banco de España, ni la autoridad fiscal independiente, ni Bruselas. ¿Cómo no va a ser lógico? ¡Quien miente en una tesis doctoral, puede mentir perfectamente en las cuentas de un presupuesto! Y, además, quedarse tan fresco. ¡San Pedro mintió tres veces, este Pedro bate todos los días el récord del santo! Los ingresos del Presupuesto están inflados, tan inflados como que la ministra de Hacienda se ha inventado un año de 13 meses para intentar convencer del éxito en la recaudación. Ya nadie pone en duda, ni siquiera muchos miembros del PSOE, de que el único interés del doctor Fraude es permanecer en el sillón de La Moncloa, sea como sea y a cualquier precio, hasta el 2020. Obviamente el precio no lo paga él, lo pagamos todos los españoles. ¡Jamás en los últimos 40 años se ha dado un caso parecido! ¡Un fraude presupuestario, con luz y taquígrafos! Y mientras tanto, el doctor Fraude paseándose por tierra, mar y aire, con cargo al presupuesto, claro. ¡Dicen que solo le falta por probar las Harley-Davidson que le regalaron al rey Juan Carlos, que están en el Patrimonio del Estado!