Va de entrada que yo no soy franquista, y, de hecho con el régimen de Franco viví los últimos años de su mandato. Pero ello no es óbice para que esté en total desacuerdo con que saquen a Franco del Valle de los Caídos. Y les voy a dar mis razones: en primer lugar a la mayoría de los españoles nos importa un pimiento frito en que lugar este enterrado Franco; segundo, en España se hizo en 1978, con la aprobación de la Constitución Española una Ley de Transición, con lo cual se quiso dar por zanjado lo que había ocurrido durante la guerra civil.

Pero resulta que llego el estafermo e inepto de Zapatero y, creó una Ley de Memoria Histórica, pero histórica solamente para el bando republicano, a los del otro bando que les fueran dando. Con esta puñetera ley qué se ha conseguido, pues nada y nada menos que abrir viejas heridas que todos o al menos una buena parte de los españoles creíamos que estaban cerradas y cicatrizadas. La izquierda rancia de este país, que no aceptó ni ha aceptado nunca la derrota, ha vuelto de nuevo a la carga a falta de otros argumentos que ofrecer.

Y ahora tenemos que el amigo Pedro Sánchez, siguiendo la estela de Zapatero, se ha empeñado contra viento y marea, en sacar los restos de Francisco Franco de su tumba, en contra de la voluntad de sus familiares. Y ante estos hechos me hago la siguiente pregunta; ¿por qué no dejan a los muertos en paz?. La familia de Franco va a dar guerra y es normal que lo haga (yo en su lugar haría lo mismo). Por lo pronto han avisado que van a solicitar al Supremo la paralización cautelar de la exhumación.

Ahora supongamos que sacan a Franco, y lo entierran en donde la familia o el Gobierno designe, y el Supremo acepta la medida cautelar. ¿Qué se hace?, volver a sacar los restos de Franco, de su nueva sepultura y volverlos a enterrar en el Valle de los Caídos, para después si en el hipotético caso, la familia pierde hay que sacarlo de nuevo del Valle de los Caídos, para volverlo a enterrar de nuevo, en el lugar que se designe. Pero todo esto es sin duda alguna el ansia de revanchismo de una izquierda ennortada contra la figura de Franco, y guste o no este personaje forma parte de la historia de España.