Conjugo esta preocupación hecha reflexión, relacionando ese detectar y desarrollar en nuestros niños/as y jóvenes (aun no considerado obligatorio realizar pertinentes pruebas en nuestros colegios) sus altas capacidades intelectuales que la Providencia nos regala en ellos/as !y que necesitamos!..., junto con ese legalizado sacrificio de criaturas no nacidas (desgraciadamente muy numerosas) por estar aún vigente esa perversa Ley del aborto. Por la cual no permitimos que se incorporen nuevas criaturas a nuestra sociedad (o sociedades). Disminuyendo peligrosamente los relevos generacionales por nuestros egoísmos (ocultos bajo un falso derecho de la mujer embarazada) donde hubiéramos encontrado en ellas/os, sin duda alguna muchas de estas capacidades superiores o dones intelectuales, reconocidos como superdotados/as. Pues nuestra Humanidad sigue su proceso vital ascendente, que en el momento actual se encuentra muy acelerado.

No olvidemos que nuestra “canica azul” (la Tierra vista desde arriba) soporta tres desplazamientos: el de rotación sobre sí misma, el de traslación alrededor del Sol y de desplazamiento junto con nuestro Sistema, dentro de nuestra Galaxia. Ellos también influyen. Se sabe, desde los estudios realizados por y desde la Fundación del Superdotado que entre nuestros escolares existe algo más de un 2% de altas capacidades. Vemos pues que todo está concatenado, todo. Así lo viene denunciando nuestro hábitat planetario que en el presente, está muy descontrolado y poco previsible. Y puesto en “jaque mate” su normal supervivencia. Naturaleza que hoy actúa con un desequilibrio impropio de su proceso vital creado en ella. Porque nosotros, lo humanos, no hemos respetado sus ritmos ni sus tiempos, de crecimiento de sus ecosistemas. Si, el Bien actuara con forme a la Providencia quiere, hecha presente en Jesús de Nazaret, nuestros Señor fiándonos de su Palabra, la cual es: Vida, Verdad y Camino…, el círculo del mal quedaría roto. Despertemos del diabólico sueño presente en ese falso progreso que tenemos y mantenemos. Pues constatamos va contra la vida colectiva, sea de la naturaleza (llamada acertadamente nuestra "Casa Común") como de la vida humana, incluida la superdotada. La cual también necesita nuestro apoyo.