La erótica del poder o el poder a toda costa. Hemos asistido a un espectáculo bochornoso y deplorable y por mucho que quieran justificarlo no me cabe en la cabeza cómo el Gobierno de España puede pactar con etarras y proetarras. Son indiferentes las medidas urgentes y sociales que se quieran aprobar de este modo. En primer lugar porque no se puede hacer un uso torticero de las instituciones del Estado. Porque el Estado somos todos; y porque no se pueden utilizar en beneficio propio y sectarista. Porque no se puede pregonar: «Justicia padre, pero por mi casa no».

En segundo lugar, porque hay que tener muy poca dignidad y muy poca moralidad y arrastrase como vil culebra para aprobar medidas pactando con aquellos que no tienen respeto alguno hacia el Jefe del Estado; con aquellos que se sienten soberanistas, obviando un principio fundamental de lo que ellos proclaman «la fraternidad», y siendo insolidarios con sus demás hermanos, los españoles. Y peor aún, no se puede pactar con aquellas personas que hicieron tanto daño a España, que aún muchos de nosotros recordamos aquel pánico de pasar ante un coche y pensar si aquello podría tener una bomba.

Pienso que el PS, porque ya no es Obrero ni es Español ha perdido toda credibilidad. Este PS, que también da lugar a polisemia no sé qué intenciones ocultas tiene. Ya dejó atrás sus teorías marxistas, pero en este momento actual, quizá subrepticiamente, desee imponerlas de nuevo.

Desde luego yo me he quedado estupefacta asistiendo a esto que llaman «viernes sociales» que quizá se lleve todo a cabo, pero no de la manera que este PS lo ha hecho y sobre todo, siendo sus socios todos aquellos que ni creen, ni respetan a España.