Los especialistas advierten que las aglomeraciones en la calle no son tan peligrosas si las personas no van después a hacinarse en lugares cerrados, como tiendas, espectáculos, etcétera. Incluso, por ser muy pequeñas, hay tiendas de alimentación u objetos varios, ferreterías, etc., en las que, por falta de personal de vigilancia, mal tiempo, por ganar más o temor a los infractores, se tolera aumentar el número máximo de compradores. Un poco de vigilancia y multas ejemplares evitarían muchos de esos abusos, enfermos y muertos.