Me quiero referir a un problema surgido en los últimos tiempos en el Mayo cordobés especialmente, en el cuidado de nuestros patios a lo largo de todo el año. Todos sabemos que son el bien más preciado de los cordobeses. Nombrados desde el 2012 por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, desde hace unos cuantos años existe un grave inconveniente de relevo generacional. Es decir: la mayoría de los propietarios de estos recintos son por desgracia, personas mayores de más de 60 años. Por lógica y con el transcurrir del tiempo, estos se ven mermados de facultades en el arreglo de dichas perlas doradas, con el consiguiente deterioro que pueden ocasionar.

Inevitablemente, hay que recurrir a nuestra juventud. Acercar los patios a ella y que esta, a su vez, se implique y muestre un verdadero cariño y primor, para dedicarse en gran medida a los recintos mencionados es una prioridad fundamental. En este sentido, me parece muy acertada la decisión tomada por nuestro Ayuntamiento de fomentar las visitas culturales realizadas de los colegios, con las explicaciones tan importantes dadas a nuestros niños y jóvenes, para difundirles el significado y arreglo verdadero de un patio. Comprendo la enorme dificultad que supone mantener un patio en óptimas condiciones. Pese a ello, hago un llamamiento a las nuevas generaciones para que de verdad se interesen y nunca decaiga esta bella tradición tan nuestra.