Tenemos una zona privilegiada en Córdoba para recuperar fuerzas y oxígeno, el Parque Cruz Conde. Reúne todas las expectativas de quienes diariamente solemos visitarlo, para ponernos en forma y para respirar aire puro. Es el mejor medicamento para nuestra salud.

Ahora bien el departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento, con los vehículos más antiguos y desechados por otros servicios, contamina diariamente ese «paraíso». Van dejando una estela de humos (aceite quemado) que estropea ese maravilloso entorno. Me gustaría que cambiaran esos «motocarros», como se les llamaba antes, de tres ruedas, por otros más modernos, más silenciosos y más saludables.

Observo también falta de personal para cuidar uno de los lugares más recomendables de la ciudad, para disfrutar de la naturaleza.