Estimados amigos: deseo dar las gracias a quienes han hecho posible el libro Electromecánicas, recordando la gran fábrica que tantos puestos de trabajo dio a Córdoba, y comentar que mi padre fue uno de los trabajadores de una gran fábrica que muchos no han llegado a conocer y está bien recordar, dado que dio muchos puestos de trabajo en Córdoba.

Viví varios años en Miralbaida, barrio unido a casitas que son del barrio de Electromecánicas y mi padre disfrutó de jubilado varios años recordando su trabajo, encontrándose con antiguos compañeros que seguían en dicho barrio. Fueron varios años de jubilado que le dieron oportunidad de disfrutar de tranquilidad, de la familia, de sus nietos, amigos... En definitiva, de disfrutar de jubilado, hasta que un día se comenzó a sentir mal y pasó todo a un segundo plano. Después de trabajar tantos años en Electromecánicas, pensé que disfrutaría de su jubilación, de un merecido descanso que le duró pocos años.

Fue en la iglesia de la barriada de Electromecánicas donde se bautizó a mi segundo hijo, donde mi padre se hizo sus últimas fotos en familia, creo que estaba de Dios que la afición que tuvo por la fotografía quedase presente con una despedida del barrio. La vida nos hace comprender que todo tiene su razón de ser. Por ello, el bautizo de mi hijo fue para mi padre su despedida de la barrida de Electromecánicas.