Todos andamos preocupadísimos con el coronavirus que ha surgido en China y está infestando muchas naciones. Vemos los telediarios para saber en qué grado de peligro nos encontramos, que número de personas han muerto y que medidas toman nuestros políticos responsables de sanidad, pero desde que yo era niña, hay otro «coronavirus» tan o más dañino que este. Me refiero a la violencia machista que en España ha matado a mas de mil mujeres y niños y que lejos de erradicarse, fluye cada vez con mas crueldad y sadismo pues ha llegado a matar a los hijos delante de sus madres y a estas delante de sus hijos. Esto marca a los pequeños de por vida aunque el estado envíe psicólogos y provea económicamente su manutención. Luego queda la acomodación de los niños en casa de familiares o centros de acogida. No es que el Gobierno no haga nada, es que hace poco. Tanto despliegue de medios con el coronavirus y muy poco a mi entender con el machismo. Creo que hay que invertir más dinero en atender a mujeres que sufren violencia, más policía que vigile, no a las mujeres, sino a los agresores que se saltan con mucho descaro las normas que les imponen los jueces. Más centros de acogida para mujeres e hijos, porque si denuncian y vuelven a sus casas, en cuanto el agresor recibe la notificación, el peligro de muerte es casi seguro. Solo pido que la misma preocupación y gasto que se está empleando en detener el virus se haga con la violencia de género y recuerdo que en España aún no hemos tenido ninguna víctima a causa de esta enfermedad pero si hay mas de mil a causa del machismo. Hoy, 8M, me gustaría ver a todas las mujeres felices y libres con la opción que hayan escogido para su vida. ¡Felicidades a todas las que están vivas, y mi recuerdo emocionado para las pioneras que dieron su vida en aras de la libertad!