El fútbol no es un deporte, sino una religión. Si con la que está cayendo en todos los sentidos y a todos los niveles, la muerte de un futbolista lo tapa todo como ha ocurrido ahora con Maradona, quiere decir eso que la sociedad está muy, pero que muy enferma. Sí, sí. Lástima que la gente no le dedique el tiempo y la pasión que le pone al p. fútbol, a temas de vital interés general. La gente es capaz de tirarse a la calle por el fútbol, mientras permanecen ciegos sordos y mudos, por asuntos que le repercuten directamente como la política, la economía, el trabajo esclavo, las pensiones, la corrupción, el paro, la sanidad, la educación, etc. Y claro, el poder, encantado que sea así. Cada pueblo tiene lo que se merece.