Nada. Que no hay manera de que adecenten los arcos tapiados del Patio de los Naranjos. Esta situación, que dura años y años, le trae sin cuidado a nuestro señor obispo, al Cabildo Catedral y a quien quiera que sea. Al parecer, a nadie le importa el pésimo aspecto que presentan estos arcos con plastones informes de pintura blanca que dan la impresión de que se empezaron a pintar y nunca se terminaron. Y eso, en lo más visitado y representativo de nuestro acervo monumental.

¿Es que los responsables no tienen la menor sensibilidad en cuanto al pobre aspecto que presenta esta parte de nuestra Catedral? ¿Tanto cuesta darles una capa de blanqueo? ¿Es que nadie responsable pasa por delante de estos arcos? Me parece increíble que se le preste a este asunto tan poca atención como se le prestó al sufrido y precioso Triunfo de San Rafael, que estuvo adornado mucho tiempo con innumerables yerbajos, incluso una magnífica higuera, hasta que a alguien se le ocurrió levantar la vista y comprobar el estado de abandono del magnífico monumento.

Una vez más: ¿Hasta cuándo durará está lamentable situación que parece que se ha hecho crónica?