¿Cómo se puede andar por el mundo, pretendiendo realizar un fin concreto basándose exclusivamente en una pura mentira? Las mentiras no pueden conducir a nada bueno ni estable. Como vulgarmente se dice las mentiras tienen las patas muy cortas. El Señor, que es la pura verdad, nos tiene dicho que la verdad os hará libres. Todo esto viene a cuento con la postura adoptada por ex presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont al decir desde Bruselas, a dónde se ha ido para no comparecer ante los tribunales españoles, que estos no son justos ni le ofrecen confianza por la sencilla razón, que lo que trata de evitar es ir a la cárcel como han ido todos sus compañeros.

¿Cómo puede repetirse una y otra vez que España no es una democracia y que el Gobierno es fascista, solo porque le han aplicado a Cataluña el artículo 155, que está en la Constitución española que todos hemos votado y que ellos han propiciado porque no han cumplido con lo que estaban obligados a cumplir? Ellos han hecho un referéndum ilegal y por lo tanto España no podía aprobar lo que es un incumplimiento manifiesto y mira que ha tenido paciencia y no se lo ha advertido veces. Ellos sabían a lo que se exponían y ahora todo son lamentaciones. Otra mentira es decir que los presos que están en la cárcel son presos políticos. ¡Almas de cántaro! ¿No decís que hay dos millones de independentistas? ¿A cuántos se ha encarcelado? A ninguno. Los que han ido a la cárcel ha sido porque han cometido delitos y han sido los jueces los que lo han hecho. El Gobierno no encarcela a nadie.