Ahora que están dando tanto que hablar los másteres, se debería otorgar uno honorífico a la Sra. Alcaldesa de Barcelona, por sus amplios conocimientos de la Historia de España, ya que catalogar al almirante Pascual Cervera y Topete (18-2-1839/3-4-1909) como un facha la hace merecedora a tal distinción. El Sr. Cervera falleció en 1909, cuando aún no había nacido el fascismo y su currículum es el de un valiente marino que dirigió en 1898 a la escuadra española en la guerra de Cuba, donde España perdió la última colonia Americana al enfrentarse a la Armada de EEUU, que poseía un potencial naviero y armamental infinitamente superior a la nuestra. Por tantos méritos al servicio de su Patria, era imperdonable que dicho almirante tuviese una calle en la Ciudad Condal y si era de justicia cambiar el rótulo dedicándosela a Pepe Rubianes, actor gallego, que entre sus méritos para alcanzar su nominación en el callejero barcelonés constan sus cariñosos epítetos a nuestra nación, destacando los de «la puta España» y otros que no soy capaz de transcribir por soeces y de mal gusto, todo un ejemplo para mostrar a las juventudes venideras. Nunca pensé que personas con tal ignorancia y tan llenas de odio y rencor llegarían a ocupar cargos relevantes en la política.