Todavía no ha terminado el mes de octubre y ya están colocando las luces de Navidad en las ciudades; con la que está cayendo con la enfermedad del covid-19. No sé cómo tienen ganas de fiestas con lo de enfermos y personas que han muerto, y las que están por morir en cuidados intensivos en las UCI de los hospitales. Los ayuntamientos en vez de gastarse ese dinero en alumbrado, que este año no será celebrado como en años anteriores, se lo debían de dar a las personas más vulnerables de la sociedad; para que puedan llevar una vida mejor y no tengan que ir a pedir alimentos a los conventos ni a comer a los comedores sociales. No se dan cuenta que esto que la sociedad está atravesando es una guerra sin pistolas; y la mayoría de las personas vivimos asustados por culpa de la pandemia del coronavirus, que no nos atrevemos ni a salir a la calle, por lo menos en mi caso, le tengo mucho respeto a la enfermedad, después de la de muertes que van en todo el mundo. Y que quien se contagie del coronavirus, aunque se salve siempre le quedaran secuelas para toda su vida. Recemos por está grave enfermedad que no se ha conocido nunca otra igual, y olvidémonos de la Navidad.