Otoño de 1967, ni siquiera había llegado Mayo del 68, y los españoles protestaban y se manifestaban contra toda injusticia, y así siguieron sin parar hasta 1975: véalo en Internet.

2019, estamos sin Gobierno, sin saber hacia dónde vamos, sin un proyecto de Estado y con, todavía, varias regiones también sin Gobierno, pero el 30 de julio todos los diputados de prisa y corriendo a las Cortes: ¿para qué, había emergencia nacional, les preocupaba nuestro futuro, iban a fundar un INI para que en octubre no haya ni un parado?

Nada de eso: se reunían para lo único que están de acuerdo todos, para subirse sus sueldos, o parecido. Se reunían para organizar las 28 Comisiones que, nada menos, va a tener el Congreso, 28 (cuando los ministerios serán 13-15, o como máximo, 17), con todos sus cargos de portavoces, vocales, etc., y con todas sus mesas con presidente, vicepresidentes, secretarios, etc. para cobrar todos el pertenecer a esas comisiones, y tener esas presidencias, vicepresidencias... cobrando en julio, en agosto y en septiembre ¡sin reunirse, sin trabajar, cobrar sin aparecer por el puesto de trabajo! La desfachatez, el fraude de ley, es manifiesto, pero nadie de los 46 millones de españoles hace nada. Lenin tenía razón: los de las Cortes son aquella facción de la burguesía que movilizaba a todo el pueblo en aquellos 67-75: ya está conseguido, ya, a cobrarse el rédito.