Pronto llevaremos un año inmersos en esta catástrofe sanitaria, que tan lejana creíamos y que tantísimo ha cambiado nuestra vida.

Si nos preguntan a nosotros, a los jóvenes, a los que a menudo se nos tacha de irresponsables, a pesar de que la mayoría estamos concienciados y comprometidos, la situación está siendo bastante difícil, ahora vivimos en un entorno hostil, justo cuando empezaba nuestra vida, somos preuniversitarios a los que nos ha tocado comenzar a volar en una tormenta de incertidumbre.

¿Volverá a ser todo como antes o viviremos en una nueva realidad? Está claro, la situación no es nada fácil para nadie, pero mirando el lado positivo hemos aprendido que las cosas más importantes, en realidad, no son cosas. Es ahora cuando hemos comprendido el valor de los pequeños detalles que antes podían parecer insignificantes, un beso, un abrazo, un pequeño paseo, un te quiero en la distancia.

Por todo esto hemos de tener plena confianza en la ciencia y máxima responsabilidad, porque solo así lograremos salir de esta situación crítica.