Si usted se mete con la Iglesia, se está usted metiendo con Dios. Bueno, es posible que sea una manera de hablar, porque la Iglesia desde luego no es Dios. El creer que la Iglesia Católica es la única verdadera porque fue fundada por Jesucristo, posiblemente sea una pretensión un poco partidista. Traslado una historia de Tony de Mello de su libro ‘El Canto del Pájaro’: ... Jesucristo nunca había visto un partido de futbol, de manera que sus amigos y yo lo llevamos a ver uno. Fue un feroz encuentro entre los ‘Punchers’, protestantes, y los ‘Crusaders’, católicos. Marcaron primero los ‘Crousaders’. Jesús aplaudió alborozadamente y lanzó su sombrero al aire. Después marcaron los ‘Punchers’ y Jesús volvió a aplaudir con entusiasmo y su sombrero voló por el aire. Esto pareció desconcertar a un hombre que se encontraba detrás de nosotros. Dio una palmada a Jesús en el hombro, y le preguntó: «¿A qué equipo apoya usted, buen hombre?». «¿Yo?», respondió Jesús visiblemente excitado por el juego. «¡Ah!, pues yo no animo a ningún equipo. Sencillamente disfruto del juego». El hombre se volvió a su vecino de asiento, y haciendo un gesto de desprecio, le susurró: «Humm... ¡un ateo!». Cuando regresábamos, le decíamos: «Es curioso lo que ocurre con las personas religiosas, Señor, siempre parecen pensar que Dios está de su parte y en contra de los del otro bando». Jesús asintió: «Por eso es por lo que Yo no apoyo a las religiones, sino a las personas. El hombre es más importante que el sábado». «Deberías tener cuidado con lo que dices», le advirtió muy preocupado uno de nosotros. «Ya fuiste crucificado una vez por decir cosas parecidas, ¿te acuerdas?». «Sí... Y por personas religiosas precisamente», respondió con una irónica sonrisa.