Espero que mucho más pronto que tarde sea detenido el integrista musulmán que gritó en la estación de Córdoba consignas fundamentalistas. No podemos esperar al atentado. Como no me explico que todavía no haya sido detenido el integrista católico que rajó un cuadro de una exposición en la Diputación cordobesa. Las opciones religiosas son respetables, todas. Pero los integrismos y fundamentalismos, ninguno. ¡Faltaría más!