La ultraderecha comienza a diluir la violencia de género. Para ello cuenta con la complicidad de PP y Cs, que en Andalucía se han arrodillado ante Vox para aceptar unos argumentos que mezclan todo tipo de violencias. No entienden que si se igualan las barbaries, se termina por subestimar la realidad de algo tan grave y brutal como el machismo asesino que lleva 1.000 muertes desde que empezaron a contabilizarse hace 16 años.

El Pacto en Andalucía --con concesiones también en inmigración y Memoria Histórica--, además de camuflar esta lacra, acaba dificultando la igualdad efectiva y real entre hombre y mujer y manipula el leguaje llamando a la violencia de género «violencia intrafamiliar», y minimiza el miedo a correr sola, a volver de noche, quitando hierro a los cobardes que, valiéndose de su mayor fuerza física, consideran que la mujer está a su disposición; o a los que creen que su compañera es de su propiedad y no tiene derecho a iniciar una nueva vida.

Que se enteren de una vez por todas: la violencia de género es singular porque asesina y viola mujeres por el simple hecho de ser mujeres.

Lamentable como tiran por la borda tantos años de concienciación de tan grave problema.