Ambos expresidentes han reconocido en una entrevista estar orgullosos del régimen del 78 y de todo lo que hicieron durante sus mandatos. ¡Tanto monta, monta tanto! Como para no estar orgullosos ellos y los suyos, después de beneficiarse a tope de los privilegios de la casta política que ambos crearon, al margen y a costa del pueblo, que sin tener cubierta sus necesidades básicas, les paga y los padece. Pero al menos han reconocido el régimen del 78 que, previa traición de la izquierda, impidió la transición en España a una democracia, para continuar la oligarquía de poder del franquismo, compuesta por la Iglesia, la banca, los monopolios y las bases militares norteamericanas. Fue una transacción. En cuanto a la Constitución que ambos elogian y defienden, simplemente decir que en España, al no haber separación de poderes, no hay Constitución. ¡Basta ya de engaños y traiciones!