Como presidente de la Asociación de Artesanos de Montilla ‘Solano Salido’ me veo en la obligación de dar respuesta al desafortunado comentario que Enrique Garrido, gerente del Consejo Regulador de la zona Montilla-Moriles, deslizó hace unos días en Facebook. Este señor, que representa a todo el sector del vino, menoscabó la labor del tejido asociativo de Montilla afirmando que cada vez que el Ayuntamiento cede las instalaciones de Envidarte «para un concurso de canarios» o para «un certamen de artesanos», se «cabrea». Lo dijo así, literalmente, aunque añadió que lo decía «en el buen sentido de la palabra», como si un comentario así pudiera tener un sentido bueno.

Convendría aclarar al señor Garrido que las asociaciones de Montilla desarrollamos una labor social importante en muchos ámbitos y, al igual que el vino que él defiende, el tejido asociativo también forma parte de la identidad de esta ciudad y hay que protegerlo. En el caso de la Asociación de Artesanos, venimos apostando por recuperar oficios perdidos y conservar los que todavía se mantienen, entre ellos, el de la tonelería, tan relacionado con el sector del vino.

Por fortuna, los colectivos de Montilla no dependemos del Consejo Regulador sino de nuestro Ayuntamiento que, a lo largo de los años, ha venido apostando por potenciar la participación ciudadana, un elemento valioso para cualquier sociedad democrática, a pesar de que su mera existencia parezca «cabrear» a algunos. Es el Ayuntamiento, como titular de las instalaciones de Envidarte, el que nos permite utilizar este espacio público, pagado con nuestros impuestos. Y es ese mismo Ayuntamiento el que autoriza al señor Garrido, como gerente del Consejo Regulador, a disfrutar de un buen despacho en unas instalaciones que hemos ayudado a levantar los vecinos de este pueblo con mucho sacrificio.

De manera que le ruego que la próxima vez que tenga en mente menospreciar el trabajo de las asociaciones montillanas, medite antes si, a lo mejor, debe el confort de su despacho a los impuestos salidos de los bolsillos de sus socios. De esta forma, todos saldremos ganando, en especial, la Denominación de Origen a la que usted todavía representa.