¡Un auténtico mazazo cuando mi hija me comunicaba por teléfono que Pelagio Forcada se había muerto! Varias preguntas se me agolparon en mi mente: ¿cómo?, ¿causa?... Es difícil asimilar una noticia de esa índole conociendo los antecedentes, las circunstancias y los vínculos de estas personas con las que has estado ligado de alguna manera profesional y personalmente durante gran parte de tu vida.

Si a eso se le añade su trayectoria profesional, cultural, deportiva y social, el impacto que su desaparición ha producido en la sociedad baenense ha sido enorme, pues el prestigio y el respeto se lo ha ido ganado sin ruido ni estridencia, sino con su labor callada y eficaz.

Empleando un poco el argot deportivo con el que estuvo ligado gran parte de su vida, quizás ha querido llegar demasiado deprisa a la meta final, dejando tras de sí una obra inacabada, sobre todo en su familia, y con sus amigos, que aún no hemos asimilado su desaparición. Pero todos reconoceremos que su labor ha dado el ciento por uno, multiplicando por mucho los denarios recibidos.

Descansa en paz. Siempre te recordaremos.