Con una jornada de convivencia lúdico-gastronómica, el grupo de bachilleres salesianos de la década de los 60, celebró en la serrana pedanía de Cerro Muriano el fin de curso 2017-18. Vaya en primer lugar nuestro agradecimiento al compañero Rafa López que puso a nuestra disposición, una vez más, su casa de la finca de Las 40.

El encuentro comenzó con el bautizo de un nuevo miembro que se unía al grupo: Kiko Sánchez, quien interpretó varios himnos salesianos que nos recordaron nuestra época de estudiantes. A lo largo de la jornada destacó el buen hacer en los fogones de Vicente y su pinche R. Fernández; la intendencia proporcionada por Sanz; la eficacia en la cuestión económica de Juani Prieto; la gran labor fotográfica que realiza Yiyi y la dulce aportación que el Horno de San Pedro realiza de continuo por medio del compañero Fernando.

A los postres, y en ausencia de nuestro coordinador general Pedro Polo, el ‘presi’ De Molina recordó a los ausentes, especialmente a los que residen lejos de nuestra ciudad y que por diversas circunstancias y la fecha veraniega en la que estamos, les fue imposible asistir. Animó al grupo de senderismo, que tan bien ha funcionado durante este curso, y al de cultura a seguir programando nuevas visitas y salidas y a todos nos invitó a cooperar para que el proyecto de amistad y cooperación que hemos logrado estos dos últimos años perdure mucho tiempo.

Después el juego de dominó, que se realizaba por primera vez, puso en escena a varias parejas. Destacó por el buen manejo de las fichas, y algo de ‘suertecilla’, nuestro compañero García Liébana. Y entre felicitaciones y sinceros abrazos quedamos citados para el otoño, en el que con el amparo de nuestra Señora María Auxiliadora, iniciaremos nuestra tercera aventura.