Respecto a la aclaración que José Luis Casas hace en Cartas al Director el pasado día 19 sobre mi columna del día 16, creo que debo matizar lo siguiente. En efecto, no todos los socialistas votaron contra el derecho al sufragio femenino el 1 de octubre de 1931, pero sí votaron en contra, o se abstuvieron, bastantes y destacados socialistas, y no solamente «alguna ausencia significativa, como la de Indalecio Prieto», y es necesario aclarar que cuando nombré el término «socialistas» en mi artículo no solo me refería al PSOE, que nunca ha tenido la exclusividad de ese espacio político. Los datos estadísticos fueron estos. Grupos parlamentarios de la Derecha: Grupo de Independientes: 4 en contra del voto femenino y 2 a favor, Liberal-monárquicos: 1 en contra, Agrarios: 13 a favor y 4 en contra, Liga Regionalista: 2 a favor, Grupo Vasco-Navarro: 9 a favor. Grupos del Centro: Republicanos Centro Independiente: 1 en contra, Republicanos Liberal-Demócratas: 1 a favor y 1 en contra, Republicanos Independientes: 1 a favor y 2 en contra, Progresistas y Conservadores: 17 a favor y 1 en contra, Al Servicio de la República: 7 a favor, Radicales: 1 a favor y 50 en contra. Grupos de Izquierda: Gallego: 6 a favor y 2 en contra, Esquerra Catalana: 10 a favor y 5 en contra, Republicanos Independientes de Izquierda: 1 a favor, Federales: 4 a favor y 4 en contra, Acción Republicana: 3 a favor y 17 en contra, Radical-Socialistas: 3 a favor y 29 en contra, Independiente Socialista: 1 a favor, Grupo socialista: 80 a favor y 35 abstenciones. En resumen, de los 121 votos en contra, 96 se repartieron el Partido Radical, el Partido Radical Socialista y la Acción Republicana de Azaña. ¿Dónde está la paternidad del socialismo sobre el feminismo y/o el derecho al voto de las mujeres (que lo uno no es idéntico a lo otro)? Como se ve, el resultado estuvo tremendamente compartimentado, y, en lo que atañe al socialismo, si los pesos más pesados del mismo como Indalecio Prieto (varias veces ministro y posteriormente presidente del PSOE), Margarita Nelken (PSOE y PCE) y Victoria Kent (Partido Republicano Radical Socialista y luego de Izquierda Socialista) se abstuvieron o no apoyaron el voto femenino, lo que cabe negar con rotundidad es que el socialismo esté en el origen del feminismo. En todos los sectores hubo personajes a favor y en contra. Lo que sí cabe destacar, releyendo el diario de sesiones del 1 de octubre de 1931 es la contundencia e impecable argumentación a favor por parte de Clara Campoamor y las sonrojantes ocurrencias de los contrarios (entre ellos, algunos de los susodichos).

* Peñarroya-Pueblonuevo