Ahora la mujer solo habla de la mujer. Discúlpenme los (masculino genérico) feministas. No es esta carta para hacer amigas como comprobarán, pero es que no tengo más remedio que lamentar que en los últimos meses, sobre todo, los artículos de ellas son abrumadoramente corporativistas. En este mismo periódico, en el día que esto escribo, son tres de tres. Soy habitual consumidor de columnas de opinión y créanme, no distingo por sexos mis lecturas, es más, podría decir que se reparten proporcionalmente mis preferencias. Me gustan algunos escritores «cipotudos» y de la misma manera disfruto con escritoras... aquí habrá que inventar el adjetivo, propongo «ovariudas», que también las hay. Tal vez esto se deba a que la actualidad, tan necesaria en la prensa, condicione la temática, aunque yo entiendo que se está exagerando ya un poco. Me debo estar haciendo mayor, pero espero no tener que pedir disculpas algún día por ser un hombre. Ahora, a aguantar el chaparrón.