Trascendió la contratación en Extremadura del hermano del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, si no a dedo, sí en un concurso poco difundido. Luego, en las redes sociales, un grupo de gente contestó a esta denuncia enumerando los parientes contratados por los «nuevos políticos» de Podemos en ayuntamientos y otras instituciones. Pienso que esa larga lista llegaría hasta la luna si se añadieran los enchufados del PP, los del PSOE, los de IU y, en las autonomías, los de partidos independentistas.

¿Quién se salva? Nadie. Hablamos de transparencia y de honestidad pero contratamos como asesora a nuestra cuñada, o al sobrino, o a la novia o al novio, a la hija o hijo... Cargos de confianza y, si se puede, puestos que los conviertan en funcionarios para toda la vida sin pasar por oposición. ¿Cuándo van a ser ustedes decentes? ¿Cuándo vamos a poder decir que no todos los partidos políticos son iguales?

Eso también es corrupción, porque ustedes, al actuar así, nos trasladan el mensaje de que la igualdad de oportunidades no existe, de que el mérito no sirve para nada y que los poderosos siempre estarán a salvo de la crisis, viviendo a costa de los ciudadanos.