Los océanos cubren más del 70 por ciento de la superficie terrestre, y en su caldo primordial se originó la vida.

Sus corrientes regulan la temperatura del planeta, su ecosistema contiene millones de especies y su agua, al fin y al cabo, apaga nuestra sed.

Pero, por la acción del hombre que no ha sabido respetar este valioso patrimonio, los océanos están en peligro. La sobreexplotación por la pesca industrial, la colosal plaga del plástico que los invade, las emisiones de CO2 --que los océanos absorben en parte y terminan acidificando y destruyendo la vida marina-- y el cambio climático, son sus peores enemigos.

Consumir agua responsablemente, prohibir los plásticos, reducir el uso de las energías no renovables, potenciar la pesca sostenible, no comprar productos que mercantilizan la vida marina y no contaminar, esas son algunas de las medidas que podemos poner en marcha para preservarlos.