Hoy, día 8 de Marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, que conmemora las reivindicaciones justas de la participación de la mujer en la sociedad y en su desarrollo integral, en un plano de igualdad con el hombre. La dignidad y la igualdad de la mujer en relación al hombre se consideran en nuestra cultura occidental, también a los ojos de la Iglesia Católica, impulsada por el Concilio Vaticano II, una conquista de este siglo y un «signo de los tiempos». El Papa Francisco quiso rendir un pequeño homenaje a las mujeres en el Día Internacional de la mujer el año pasado y lanzó un mensaje en twitter corto pero de gran sentimiento: «¡Muchas gracias a todas las mujeres que cada día tratan de construir una sociedad más humana y acogedora!».

En una de sus homilías en la Casa de Santa Marta, el Papa Francisco afirmó con contundencia: «Es ella la que trae la armonía, que nos enseña a valorar, a amar con ternura, y que hace que el mundo sea una cosa hermosa».

El Papa Pablo VI en la clausura del Concilio Vaticano II lanzó un maravilloso mensaje a las mujeres, que aún conserva toda su fuerza: «La Iglesia está orgullosa, vosotras lo sabéis, de haber elevado y liberado a la mujer, de haber hecho resplandecer, en el curso de los siglos, dentro de la diversidad de los caracteres, su innata igualdad con el hombre. Vosotras, las mujeres, tenéis siempre como misión la guarda del hogar, el amor a las fuentes de la vida, el sentido de la cuna... Reconciliad a los hombres con la vida... Mujeres del universo todo, cristianas o no creyentes, a quienes os está confiada la vida en este momento tan grave de la historia, a vosotras toca salvar la paz del mundo...».

Estas manifestaciones del Papa Francisco y del Papa Pablo VI dan por fundamentado que la propia dinámica de lucha por asegurar el derecho y la igualdad de la mujer está valorada por la Iglesia, si bien aún queda mucho camino por recorrer y muchos muros que destruir.