Nos espera otra semana anticiclónica. Sol a tope. Casi cuatro meses sin lluvia. El comité de sabios de la Unesco que lucha contra el cambio climático, hace años advierte que España, por su situación geográfica, será uno de los países que más sufrirá sus efectos que inexorablemente se van cumpliendo. Los incendios van en aumento, las lluvias cada vez menos frecuentes y más intensas, los termómetros marcan temperaturas nunca alcanzadas y la desertización avanza.

Mientras tanto pueblos y ciudades del país, plazas, calles, caminos... ahogados por el asfalto se están convirtiendo en hornos que obligan al ciudadano a enclaustrarse en sus casas o en el coche con las refrigeraciones funcionando sin descanso. Y el pez se muerde la cola.

Si nuestros bosques se quedan sin árboles, los responsables de velar por el bien del ciudadano tienen la obligación de acercar la naturaleza al asfalto y siguiendo criterios coherentes y profesionales, inundar el país de arboledas y grandes parques, controlando su buen crecimiento .

“Los árboles son las columnas de la tierra, el día que los hayamos cortado todos ,el cielo caerá sobre nosotros”. Eso dice un sabio proverbio hindú valorando metafóricamente la importante misión de los árboles en nuestro planeta.