Desde el respeto y sin generalizar, me pregunto qué opinaría Cristo si resucitara y viera esas festivas procesiones de Corpus y otras, con ese pomposo derroche de lujo y riquezas, sumos sacerdotes, mantillas, desfiles militares, órdenes religiosas, poderes del estado... vamos, que sólo faltan las majorettes. Porque Él se enfrentó precisamente a todo eso, y por eso, esos mismos, lo crucificaron. Y qué decir del gran público que con fe o sin ella, se tira a la calle a participar y formar parte de ese gran espectáculo exhibicionista. Me viene a la mente el don Guido de Machado: -«gran pagano, se hizo hermano de una santa cofradía; el Jueves Santo salía, llevando un cirio en la mano -aquel trueno-- vestido de nazareno». En fin, allá cada cual.