Soy un forofo y un apasionado estudioso de Leonardo da Vinci, es mi icono y un referente en mi vida. He escrito varios artículos sobre este monstruo de la inteligencia y el saber humano. Todas las personas que somos estudiosos de este personaje, al cual yo considero la obra cumbre de la naturaleza humana, nos fascina y al mismo tiempo nos cautiva, por la sencilla razón de que Leonardo es un ser especial. Tan especial que no ha habido ni habrá una mente tan brillante como la suya. Ya lo dijo su discípulo Francesco Melzi, a la muerte de este gran genio: «Ha muerto un ser que será muy difícil que la naturaleza vuelva a sacar otro como él».

Y en verdad que ha sido así. Leonardo, que con 14 años apenas sabía leer, se convirtió en el mayor genio que ha existido, su mente no tenía límites, cualquier tema que tocase lo dominaba, era una mente que siempre se estaba preguntado el por qué del funcionamiento del mundo que le rodeaba. Su poder de observación le llevó a crear las más famosas obras de arte conocidas, amén de sus conocimientos científicos y médicos.

Leonardo lo era todo, para mí el único superdotado que ha existido en la historia; los demás son sucedáneos. Einstein lo era en astrofísica, pero fuera de esa ciencia era un completo patán. A lo largo de la historia, han existido muchísimos genios, pero ninguno se puede igualar con Leonardo. La diferencia de Leonardo con los demás es que él era un verdadero genio en todo lo que tocaba y la humanidad no sería hoy igual sin los inventos y tratados que dejó como legado.

Córdoba recibe a Leonardo con una exposición en el paseo de la Victoria hasta el día 6 de noviembre, con la cual se quiere pretender que el público se acerque y conozca al personaje de la historia más enigmático y del cual más se habla y se estudia. Es una buena oportunidad, sobre todo para los jóvenes, de conocer en parte lo que Leonardo llegó a conseguir, ya que por desgracia muchos de sus tratados desaparecieron. Si tienen oportunidad, no dejen de visitar esta exposición porque de verdad que merece la pena visitarla. Y mi felicitación a las autoridades e instituciones que lo han hecho posible.