Cualquiera que lea esta carta puede pensar. y con razón, que soy extranjero, porque mi apellido me delata, pero no por ello me sentiría ofendido si recibo algún comentario jocoso al respecto, si no más bien al contrario, porque soy español, aunque me gustaría tener otras nacionalidades.

Sin embargo no debe ser esto lo que piensa Cayetana Alvarez de Toledo que se ha sentido ofendida porque el presidente del PP Vasco, Alfonso Alonso, le ha llamado extranjera, cuando por su pedigrí nadie diría que no es española, porque el origen de su apellido procede del linaje nobiliario español del siglo XII.

Cayetana ha querido ser española, aunque conserva también las nacionalidades francesa, por parte de padre, y argentina por parte de madre.

La ironía de Alonso no le ha gustado a la Portavoz del PP en el Congreso, y ha querido cortar por las bravas, pues se debe imaginar que, dado el carácter bromista de Alonso, en cuanto tenga la menor oportunidad la va a llamar “Marquesa extranjera”, por el marquesado que ostenta, y se pueden reproducir las broncas similares que tuvieron en el pasado Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre por cuestiones similares, que no beneficiaron ni a uno ni a la otra.

Cayetana no es Esperanza, aunque ambas marquesas y españolas, ni Alfonso Alonso es Alberto Ruiz-Gallardón, pero así están las cosas y así se las he contado.