Nos ha dejado mi mejor maestra, la persona más importante de mi vida y de la que más he aprendido.

Su nombre, Custodia. Una persona que durante toda su vida, ha sido una gran luchadora en su esfuerzo diario tanto con su familia, como con la dureza con la que le ha tratado la vida. Comerciante y negociadora como la que más, sin más enseñanza que la propia vida, pero eso no le ha impedido ser un referente, mi referente y el de más personas. Si hay personas que merezcan ser admiradas, tú eres la que más sin ninguna duda...

Persona de gran corazón que, a sus 86 años, le ha dejado de latir poco a poco, como queriéndose ir sin llamar la atención, sin querer molestar… Grande hasta en el momento de irte, eso sí, no sin antes haber luchado con todas tus fuerzas contra todo y contra todos, como durante toda tu vida.

Quiero, con estas letras, darte las gracias por todo lo que he aprendido de ti, y por lo que me has enseñado . Si algo le pido a la vida es que me permita parecerme a ti lo más posible, aunque sé que será imposible. Sé que donde estés no vas a dejar de mirarme porque yo, sin tenerte delante, no dejo de hacerlo.

Firmado, tu mayor admirador, tu Rafa.