Aunque en principio solo iba a ir Pablito, al final se animó Perico. Los dos fueron muy contentos a visitar al gran personaje, el demócrata y pacifista por excelencia, algo así como Gandhi y Mandela juntos elevado al cuadrado. Tras entrar en la celda, Perico no paraba de moverse entre las cuatro paredes, mirando en cada esquina muy concentrado. «Qué te pasa Perico, no nos dejas hablar», «Estoy buscando la cámara», respondió. Pero, ¿qué cámara?, inquirió Pablito. «La de Gran Hermano».